Ermita de San Cayetano
Casi adosada a la Iglesia de Nuestra Señora del Azogue, en la Plaza Mayor, podemos encontrar esta capilla de orden neoclásico del s.XVIII perteneciente en su origen a la familia de los Ossorio-Rodríguez de Sanabria, cuyos enterramientos podemos encontrar en su interior.
Su magnífica fachada con forma de espadaña muestra una puerta de acceso enmarcada por dos parejas de pilastras adosadas de distinta proporción rematadas por capiteles de Orden Jónico. En su frontón partido se encuentra insertado un escudo coronado que representa la cruz exenta después de la Resurrección, tema principal de la capilla.
Sobre este escudo, una doble concha a modo de rosetón hace alusión al Camino de Santiago, que atraviesa la comarca en su variante del Sudoeste Mozárabe-Sanabrés.
Culminan la espadaña, bajo su campana, un escudo de armas formado por dos lobos pasantes en el cuadrante izquierdo y 4 flores de lis dentro de una cruz en aspa (o de San Andrés) en el derecho, escudo de la familia de los Ossorio-Rodríguez de Sanabria.
Bajo el escudo, observamos una cartela con la inscripción en latín “Noto Deo” (conozco en Dios)
En su interior, con una única nave, su bóveda de cañón y su cúpula gallonada sorprenden por su calidad y perfección.
En los laterales del templo se advierten cuatro hornacinas que albergan retablos barrocos policromados y dorados, con las figuras procesionales de la Semana Santa de la Villa: La Oración del Huerto, el Cristo atado a la columna, el Nazareno y el Cristo Resucitado o “Pinchatajadas”.
Ésta última, es la figura más popular de la Semana Santa local, que cierra el ciclo religioso el Domingo de Resurrección procesionando a la carrera al ritmo de corneta y tambor; durante su recorrido, los vecinos ofrecen viandas y tajadas de chorizo, celebrando así la recuperación de la normalidad culinaria tras la prohibición de comer carne durante la Cuaresma.
Preside todo el conjunto el altar mayor, también de estilo barroco, enmarcado entre dos columnas salomónicas profusamente decoradas. En él encontramos tres tallas: San Juanico, La Dolorosa y la imagen con más valor artístico, el Cristo Crucificado, la ser un Cristo Crucificado el cual comienza la procesión del Santo Entierro en la Cruz y de la que se realiza el Descendimiento para concluir la procesión yaciendo en la urna.